La salud de millones de personas en todo el mundo está siendo cada vez más amenazada. Las enfermedades, los desastres naturales y los conflictos armados son causas significativas de muerte y discapacidad. Además, la quema de combustibles fósiles está exacerbando la crisis climática y afectando nuestra capacidad para respirar aire limpio. La contaminación del aire, tanto en espacios interiores como exteriores, cobra una vida cada cinco segundos.
A pesar de que al menos 140 países reconocen el derecho a la salud en sus constituciones, muchos de ellos no están implementando leyes que garanticen el acceso a servicios de salud para sus ciudadanos. Esto deja desprotegidas a más de 4.500 millones de personas, más de la mitad de la población mundial, que no tienen acceso completo a servicios de salud esenciales.
Para abordar estos desafíos, el tema del Día Mundial de la Salud 2024 es ‘Mi salud, mi derecho’. Este tema se centra en defender el derecho de todas las personas a acceder a servicios de salud de calidad, así como a otros elementos esenciales como educación, información, agua potable, aire limpio, nutrición adecuada, vivienda digna, condiciones laborales justas y libertad de discriminación.
Es esencial conocer nuestros derechos en materia de salud, que incluyen recibir atención segura y de calidad sin discriminación, así como mantener la privacidad y confidencialidad de nuestra información médica. También tenemos derecho a recibir información sobre nuestro tratamiento y a dar nuestro consentimiento de manera informada, así como a tomar decisiones autónomas sobre nuestra salud.
Todos deberíamos tener acceso a los servicios de salud que necesitamos, cuando los necesitamos, sin enfrentar dificultades financieras. Por lo tanto, es importante abogar por políticas que garanticen este acceso universal y participar en actividades comunitarias para promover cambios significativos. Esto puede incluir involucrarse en reuniones municipales, grupos de enfoque, consejos de salud y otras instancias de toma de decisiones relacionadas con la salud.
Respetar nuestro derecho a la salud implica también respetar nuestro derecho a acceder a otros elementos básicos para una vida saludable, como agua limpia, nutrición adecuada y condiciones de trabajo seguras. Todos debemos trabajar juntos para hacer de la salud una prioridad y garantizar que se respeten y protejan nuestros derechos fundamentales.