El cáncer, la segunda causa de muerte en todo el mundo, exige la identificación de factores de riesgo modificables para optimizar su prevención. La dieta se ha convertido en un foco central en los esfuerzos de investigación actuales.
En una revisión bibliográfica, publicada en Nutrients, se tuvo como objetivo mejorar las directrices de la ACS sobre dieta y cáncer mediante la integración de los últimos hallazgos y el abordaje de cuestiones no resueltas. La metodología implicó una búsqueda avanzada en PubMed con filtros específicos relevantes para el tema de investigación.
Los temas tratados incluyen dieta restringida en el tiempo, calidad de la dieta, carga ácida, asesoramiento, combinación de ejercicio y dieta, dieta mediterránea, dietas vegetarianas y pescetarianas, pérdida de peso, consumo de lácteos, café y té, hierro, carbohidratos, carne, frutas y verduras, metales pesados, micronutrientes y fitoestrógenos.
La revisión destaca los beneficios de la dieta mediterránea para reducir el riesgo de cáncer. La adherencia al ayuno nocturno o el consumo de carbohidratos puede contribuir a la prevención del cáncer, pero el ayuno excesivo puede dañar la calidad de vida de los pacientes. Una dieta vegetariana/pescetariana se asocia con menores riesgos de cáncer general y colorrectal en comparación con una dieta carnívora. La ingesta elevada de hierro total y de hemo se relaciona con un mayor riesgo de cáncer de pulmón, mientras que la ingesta de fitoestrógenos se asocia con un menor riesgo. El café y el té tienen un efecto neutro sobre el riesgo de cáncer. Por último, se analizan los papeles de varios micronutrientes preventivos y metales pesados cancerígenos.
Ver el artículo original: https://www.mdpi.com/2072-6643/16/17/2897